El porqué de este blog.

Con mi algo de experiencia profesional en comercio internacional y algo más en el uso de la información que se hace en este campo, quiero recoger en este blog aquellas opiniones, argumentaciones o diagnósticos que nos aporten más conocimiento en materia de IEI.
Y continuar así mi recorrido por la Inteligencia Económica que empecé allá por 1996, en París.

Estoy convencida de que la Inteligencia Económica Internacional es una potente herramienta para reforzar la competitividad de las empresas españolas, de los profesionales y de los expertos públicos o privados en el campo del comercio internacional.

Espero compartir opiniones, debates y propuestas, siempre con un enfoque abierto a los escenarios globales.
Y no sólo en este blog: espero también en ASEPIC, Asociación Española para la Promoción de la Inteligencia Competiva, de la que soy socio individual (www.asepic.com.es).

Inés Robredo.

lunes, 22 de junio de 2009

Serán menos los países que tengan peso - junio 2009

Fuente: Expansión 22 junio 2009
http://www.expansion.com/2009/06/19/opinion/llave-online/1245438974.html

El libre examen - 2050: del G-20 al G-6, publicado el 21-06-09 , por Juan Velarde
Los economistas tenemos desde hace mucho tiempo, la tentación de escudriñar el futuro, quizá desde Marx por un lado y de Malthus por otro.

A partir de este último nos encontramos con toda esa relación de posibles catastróficas alteraciones del fortísimo desarrollo creado con la Revolución Industrial, que van desde Jevons a los economistas del Club de Roma, incluyendo el ensayo 1999 dirigido por Leontief y los profetas actuales, como Nicholas Stern y su Economics of climate change (2006), sin olvidar el perfecto planteamiento de nuestro Jaime Terceiro Lomba y su Economía del cambio climático (Taurus, 2009).
Recordemos, además, trabajos premonitorios tan importantes, como el de Keynes, no sólo en su crítica al libro de H.G. Wells, The World of William Clissold, recogido en sus Ensayos de persuasión, sino, sobre todo, su aportación esencial –que tuvo una primera exposición en Madrid, en junio de 1930– Las posibilidades económicas de nuestros nietos. Otro trabajo famoso en este sentido es el de Colin Clark, The economics of 1960 (Macmillan, 1942), que era fruto de un modelo macroeconómico del conjunto de la economía mundial.

Como es natural, los economistas españoles, y el caso de Jaime Terceiro lo prueba, se han incorporado a esa tarea, que requiere, al par, tener tanto un buen conocimiento del análisis económico como de la realidad socioeconómica y cultural que nos rodea. Uno de ellos ha sido Andreu Mas Colell, con su incitante ensayo Keynes, sus nietos y los nuestros (Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 2009). Otro ha sido el profesor Requeijo con esta indagación que nos lleva a mediados del siglo XXI.

Pero sería equivocado creer que este libro es, sencillamente una exposición de ese futuro. Evidentemente, sí aparece esto, como sucede al tratar la cuestión del envejecimiento de la población mundial, que “presenta cuatro características fundamentales: no tiene precedentes, es general, es profundo y es duradero” (pág. 119). O bien el papel que concede al BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y si él, con Estados Unidos y la UE será quien sustituya al G-20. Pero lo que resulta apasionante es la espléndida visión que de esta obra se desprende, en primer lugar, de la historia económica contemporánea.

Véase, por ejemplo, ese magnífico capítulo 3, sobre la marcha de los flujos financieros, la evolución de los patrones monetarios, con referencia clara, como puntos de apoyo importantes, tanto a la paradoja de Lucas como al equilibrio de Nash. Creo que es imposible superar el relato de lo que sucedió en el mundo occidental en este sentido desde el siglo XIX a hoy. O lo que se señala sobre la historia del cártel petrolífero a partir de los acuerdos de Achnarry (págs. 57-64), que parece puede, por mimetismo, resurgir con cierto ímpetu en el mercado del gas natural.
También se contiene un análisis clarísimo de lo que sucede ahora mismo. Por ejemplo, en relación con los fenómenos migratorios (págs. 97-116) a la que en una edición futura quizá podría venir bien incorporar alguna referencia al islamismo visto por Ibn Jaldún que, concretamente ha sido glosado en España por Ortega y Gasset y por Fabián Estapé.

Desde luego no se puede hurtar que el capítulo final titulado ‘Desde la atalaya española’ (págs. 163-181) constituye algo así como una incorporación del profesor Requeijo a la pléyade de economistas que, en estos momentos, escudriña con mucha preocupación la realidad económica que nos espera, como consecuencia de una mala política económica que ha llevado a no tener en cuenta la necesidad de superar los cuatro obstáculos que se exponen a partir de la página 166: la debilidad exterior, la debilidad energética, la baja productividad, y como corolario de todo ello, la escasa competitividad (*).

Y una nota adicional: en el libro, desde el punto de vista de la ciencia económica, resplandece su ortodoxia, y además, está muy bien escrito."

(*) el mejor resumen y el más triste. ines robredo

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